martes, 5 de septiembre de 2017

Marrakech: Parte II

Hola a tod@s!!

¿Cómo empezáis la semana? Yo con unas agujetas que no puedo casi ni andar, la vuelta al trabajo ya fue hace una semana, pero en el gimnasio llevo dos días y después de dos meses la vuelta ha sido durilla, menos mal que tengo un profe estupendo que sabe como subirte la moral!
Pues nada, después de esta introducción de mi empiece de semana, voy a contaros la segunda parte de mi viaje por tierras marroquíes. Adelante!!

Dia 4:

Este día amanecimos en las haimas de las dunas del desierto. Habrá gente que piense que no es un desierto, pero yo me refiero a desierto árido y sin vegetación, no al sahara en su esplendor!

Nuestro hotel en el desierto...


A las 6 de la mañana ya estábamos en pie, había que ver salir el sol, así que nos plantamos la ropa y salimos a ver un amanecer diferente.

El sol en mis manos

La verdad es que yo me imaginaba un amanecer naranja de esos de película, pero nos costó ver el sol por la calima que había, aún así mereció la pena levantarse para disfrutar con el tiempo de fotografías que la memoria no borrarán.


El recorrido de ese día sería: Dunas Erg Chebbi, Rissani, Alnif, Nkob, Agdz, Valle del Draa para llegar a dormir a Ouarzazate. 

Tras ver el amanecer nos pusieron el desayuno y cual fue mi sorpresa al abrir un tajine y ver huevos con tomate! Sin duda el día del desierto iba a dejar huella siendo uno de los mejores días de nuestro viaje.
Ah! se me olvidó deciros que allí conocimos a varias persona, pero conocimos a una pareja de Barceloneses que viven en Madrid y encima muy cerquita de casa, María y Raúl.
Ese día nos despedimos de ellos pero con los teléfonos dados para vernos nuestra última noche en Marrakech y lo que surja!
¿Desayunamos?

Después de recoger las cosas, volvimos a los dromedarios para hacer el camino de regreso, un camino igual de incómodo, con el mismo dromedario "cojo", pero con más dolor en el culo... Y al llegar ya estaba Said esperándonos con el 4x4!!
Antes de irnos llenamos una botella con arena del desierto para tener un pequeño recuerdo, nunca se sabe si volveré a sentir una arena así, lo que tampoco se es donde acabará la botella dentro de poco...

Nos montamos en el coche y fuimos rumbo a Rissani  a dar una vuelta por el mercado de los Martes.
La verdad no me llamó tanto la atención como cuando fuimos a Asilah, ya que ese me pareció más auténtico, quizás porque ya no era la novedad como pasó la otra vez.

Colores y olores indescriptibles

Paseamos durante un rato por las calles de su mercado y pudimos ver en sus puestos especias, frutas frescas, ganado, ropa...



Seguimos nuestro camino especial, y Said nos paro en el restaurante Ennakhile en Nkob en la provincia de Zagora para que comiéramos, el restaurante estaba bien y siendo "amigos" de él nos hicieron un precio nos cobró 160 Dirham por comer una ensalada, dos tajines, fruta y te.
Allí aprovechamos para hacer alguna foto del valle del Draa.



Y al coche de nuevo, esta vez con parada en Agdz para ver el valle del Draa  en su total esplendor.

Paisajes de película

Es alucinante ver tanto verde en medio del desierto, normal que haya tantos dátiles, Said nos dijo que hay más de 25 variedades. Yo la verdad es que sólo probé unos y esta vez no compré para el viaje, poco dulce he comido en un país donde la miel es el oro de la comida.
Sobre las 6 de la tarde llegamos a un barrio de Ouarzazate, donde se encontraba el Riad Bouchedor, nuestro hogar esa noche. Te sorprende al llegar al hotel encontrarte con casas a medio construir y de repente entre tanta obra haya un alojamiento tan increible como en el que estuvimos...
Rinconcitos del riad
Al llegar nos ofrecieron un te con unas pastitas mientras rellenamos los datos para el hotel. Subimos al dormitorio y vimos su cama... tan grande!! vamos que casi no íbamos a rozamos.
Nos cambiamos, nos pusimos el bañador y al agua patos, con 40 grados a las 19h de la tarde sin lugar a dudas era lo que más nos apetecía.


Aunque parezca mentira al salir del agua notabas un poquito de fresco. En la piscina estábamos solos hasta que llegó una chica marroquí con sus dos niñas, unas niñas preciosas con unos ojos negros que desprendían felicidad! Su mami iba con un burkini, la verdad es que de primeras te sorprende ver que se meta vestida desde tobillos hasta la cabeza. Las niñas al contrario iban con su bikini y posaban para las fotos que su mamá les hacía. Ojalá decidan ellas si quieren o no ir con pañuelo y no se lo impongan su familia.


Tras un rico baño y un te, subimos a la habitación nos duchamos y bajamos a cenar. 
Para variar un cena estupenda, sopa, ensalada y tagine de pollo.
Para terminar una mouse de chocolate y vuelta a la terraza a disfrutar del fresquito de la noche. 

Dia 5:
Amaneció y nos bajamos a desayunar, unos crepes, bollos, pan... Y a las 10h nos recogió de nuevo Said y empezamos lo que sería nuestro último día con él.

Ese día habría mucho coche y el recorrido sería : Ouarzazate-Ait Ben Haddou-Marrakech.
Pero también habría mucha charla con él, sus ganas de viajar, de conocer mundo, su visión del país... Y muchas preguntas mías que creo que en algún momento fueron un poco personales y quizás no me respondía lo que él pensara realmente.

Y al fondo el pasado...

La primera parada del día fue para ver uno de las Kasbahs mejor conservada de Marruecos y que desde 1987 está declarado por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad, ha sido escenario de muchas películas. Estoy hablando de la Kasbahs de Ait Ben Haddou, que aunque las torres y las callejuelas son del siglo XVII la historia de Ait Ben Haddou se remonta a más de mil años atrás. 


Es alucinante pensar que aún siga en pie después de tantos años y contando que están hechas de adobe y han sufrido lluvias torrenciales.

No es una maqueta, pero lo parece

 Le preguntamos a Said que si estaba así de bien gracias a las ayudas de la UNESCO y él con un poco de pena nos comentó que ayudas llegan pocas, ya que como pasa en todos los países las ayudas se pierden por el camino...

Recuerdos...
Tras disfrutar de una maravilla del ser humano, seguimos nuestro camino hacia Marrakech con paradas y sorpresas en el Alto Atlas.
Pues sí, seguimos nuestro camino, nuestras horas eternas por carreteras sin encontrarnos con nadie y con charlas agradables y música en Español y en bereber que hacía que todo fuera mucho más ameno.
Nuestra siguiente parada fue ya para comer y eso fue en el Atlas, atravesamos un pueblo y nos llamó la atención para comer, seguimos un poco más abajo, pero Said decidió dar la vuelta en el puerto y volver al pueblo por el que pasamos y comer allí.
Teníamos ganas de comer en el Marruecos profundo y sin duda este día fue elegido y el lugar increible. De primeras te choca ver colgados los corderos en medio y ver cocinar casi en la calle los tajines, pero ver que está lleno de gente y que casi no hay aparcamiento te da  confianza suficiente como para comer allí.

Mi carnicero, mi carne, mi comida...
Tras elegir qué es lo que queríamos comer, cortarnos la carne en el mismo momento y cobrarnos sólo 65 Dirham nos fuimos a la parte de atrás del bar que te sorprende ya que es una terraza enorme y hay brasas donde te cocinan en el momento la carne que has comprado. 
Allí pedimos la bebida y el pan, nos sirvieron la comida y disfrutamos de una carne fresca rica y para chuparse los dedos. Cocinar la carne, la bebida, el pan y unos tés nos lo cobraron allí dentro y nos costó 45 Dirham, vamos que lo que véis en las fotos, más dos refrescos de 330ml 1,5 l de agua y los tés por sólo 11 Euros! normal que lleguemos a Madrid y todo nos parezca caro.

Nuestra parada del Atlas
Y ahora a bajar curvas...el viaje desde allí a Marrakech fue un poquito peor porque se me revolvió el estómago. Llegamos allí sobre las 18h. Fue una pena despedirnos de Said, pero le dijimos que si alguna vez volviéramos allí no dudaremos en llamarle y que si él viniese a Madrid seríamos nosotros su guía. Puedo decir que ha sido una buena elección elegir a Sahatours como empresa para nuestro tour y decir de nuevo que sin Said hubiera sido muy distinto, persona responsable, no cogió el teléfono conduciendo en ningún momento (cosa que otros guías se que sí) nunca superó la velocidad y encima era super prudente y muy bien hablado. Desde aquí vuelvo a dar las gracias a él y a todo el equipo de sahatours por hacer de mi visita a Marruecos un viaje para recordar.

Llegamos a nuestro riad, esta vez decidimos elegir uno que tuviera piscina para refrescarnos del sofocante calor de la ciudad.
Fue el Riad Eden, un riad situado dentro de la medina y muy cerquita del primer día.
El riad estaba decorado con muchísimo gusto y es muy familiar. Nuestra habitación era la habitación Chocolat y tenía un balcón que hacía aún mucho más especial el dormitorio y encima la cama y el lavabo decorado con pétalos de flores, pequeños detalles que hacen ilusión.

Riad Eden
Nos recibieron con unas pastas y un té mientras rellenamos los datos. Luego subimos al dormitorio nos pusimos cómodos y a la piscina que fuimos. He de decir que la piscina no es piscina de verdad, es un charquito, pero lo suficiente como para refrescarte y tiene una vista chulísima de los techos de la ciudad y el atardecer es increible...

Atardece desde la piscina
En la piscina coincidimos con dos parejas de italianos que estarían allí algún día más que nosotros, hicimos tantas migas que cuando unos entrábamos en la piscina otros salíamos ya que sino...se salía todo el agua de la piscina!


Es increible como entre español, italiano y algo de inglés pudimos tener una charla super agradable.

Llegó la noche y volvimos a elegir el nª34 de la plaza para cenar, ese día entre mi estómago y la cantidad de humo que había en el ambiente no hizo que fuera tan buena la cena, pero como estaba "revuelta" opté por tomar una harira, que no tenía ni la mitad de sabor de las que ya me había tomado, pero me calmó el estómago.
Nos fuimos al hotel paseando y pensando en todo lo que nos quedaba por ver aún...

Dia 6:
Amanecimos pronto y desayunamos sobre las 9, para a las 10a.m estar ya fuera del riad ya que ese día teníamos que ver todo lo posible de Marrakech.
Empezamos con las tumbas Saadies, están al lado de una mezquita y su entrada se encuentra en un pequeño callejón que pasa un poco desapercibido.


La entrada está en la plaza de la derecha, al final

Son tumbas del siglo XIV y XV y fueron ocultas varios siglos hasta que en 1917 fueron descubiertas de nuevo.
El precio de la entrada creo recordar que era de 1€ por cabeza, precio más que asequible para cualquier persona que quiera disfrutar de una belleza con siglos a su espalda. 

Impresionantes
Parte del jardín
Más tumbas

Tras las tumbas nos fuimos al Palacio Bahía que se encuentra bastante cerca.
La entrada al palacio es el mismo precio, un euro. Es un palacio que fue construido en el siglo XIX, aunque las fechas se desconocen. Está bastante bien mantenido y pueden llegar a recordarte algunas estancias a la Alhambra de Granada. Merece mucho la pena entrar y sentirte como un sultán de la época.


No hay pared o rincón que pase desapercibido y mucho menos esos altísimos techos. Es impresionante el trabajo que tienen. Esas pinturas, esos labrados, son dignos de dedicarles minutos e incluso horas de observación.
Si sus techos son bonitos, sus suelos tampoco tienen desperdicio.
Rincones
Los techos
Y no hay visita que se precie sin que mi chico me haga fotitos para mi álbum de fotos, esos que nunca se hacen, menos mal que tengo el blog y así puedo ver las fotos.

Fotito



Pues después de pasar la mañana entre una cosa y otra, decidimos entrar en un herbolario y comprar especias.
Lo bueno del sitio donde entramos es que no tenía que regatear y compré todas las especias que quise sin agobios ya que estaban con el precio marcado. 

Llegamos desde allí hasta la Madrasa, pero antes yo ya me había convertido en un Gremlin ya que había llegado mi hora de comer hacía rato y aún seguíamos decidiendo donde iríamos. Tras comer en un sitio normalito y que nos cobraran más de lo que realmente valía, volvimos a la Madrasa de Ben Youseff para conocerla.

Patio Central

El precio de la entrada es de dos euros, también bastante asequible para conocer un lugar con más de 6 siglos de historia y que fue escuela hasta 1960.



En ella puedes ver su patio y acceder a las habitaciones donde se quedaban los alumnos. La verdad es que se parecen a las celdas o cuartos de los conventos. Lo más bonito es el patio central y todos los artesonados de la madera de los patios de los cuartos.


Tras estar aquí durante un buen rato, decidimos irnos a la otra parte de la ciudad, más allá de la muralla de la Medina para conocer los Jardines Majorelle, unos jardines muy bonitos y cuidados y que te dan un respiro del calor de la ciudad.
Decidimos ir andando y tardamos algo más de 30' ya que había que salir de la Medina.
En el hay cactus, bambú y muchas plantas de diversas partes del mundo. 



El precio el jardín es de 7 € y para los locales 4€, cosa que me parece fenomenal que creo que en España podrían copiarlo también.
Como digo, el jardin es muy bonito y tiene plantas de muchas partes, pero el precio me parece un poco elevado, el botánico de Madrid nose si son 2€ y es mucho más grande. 
En este jardín hay un monumento en memoria al diseñador Yves Saint Laurent ya que desde 1980 él era el propietario.


Lo más bonito del jardín a mi parecer es el lago y los colores azules del museo, suelo y paredes...



Aparte hay un museo dentro del parque, pero cuesta 3€ más y nosotros decidimos no pagarlo. Como os dije, si os da tiempo ir está bien, sino con lo que os ahorráis os podéis pagar la cena o comida del día.

¿Pasado o presente?
Volvimos al hotel, esta vez en taxi y sólo 2€. Volvimos al hotel y nada más se conectó el Wifi nos enteramos de la triste noticia del atentado de Barcelona y con un mensaje de María y Raúl para quedar a cenar, sin duda nos apetecía mucho verlo y más acompañarlos en un momento tan duro como que atenten con tu ciudad.
Subimos a la piscina y nos encontramos de nuevo a los italianos, que nos propusieron cenar con ellos, pero justo acabábamos de quedar con los barceloneses, así que después de charlas durante casi una hora decidimos que desayunariamos con ellos el último día.

Quedamos con nuestros nuevos amigos en el Café de Francia, donde nos tomamos un té y pensamos donde cenar. Maria tenía el estómago revuelto al igual que me pasó a mi cuando bajamos el Atlas así que los puestos de la plaza decidimos que no sería la mejor opción, fuimos a un sitio que vi por TripAdvisor que lo ponían bastante bien y estaba cerca de la plaza. 

Fuimos a la terraza del Café Kif Kif y la verdad es que tenía unas vistas muy bonitas de la Koutoubia toda iluminada.


Cenamos unas ensalada y un par de tajines y la verdad es que salió super bien de precio y estaba bastante bueno,tanto que repetimos nosotros dos antes de coger un taxi para el aeropuerto.
Volvimos los 4 a la plaza y allí nos despedimos de ellos con la promesa de volver a vernos cuando llegaran ellos a Madrid.
Sobre la una de la madrugada volvimos al hotel con la sensación de haber disfrutado de nuestro último día completo en Marrakech y con pereza del madrugón del día siguiente.

Dia 7:

Nos levantamos a las 8:15 para ducharnos y preparar todo ya que a las 9 habíamos quedado con los italianos para desayunar. Fue un desayuno super ameno, hablando de Italia, España, de música...y aparte de charlas también desayunamos y vaya desayuno.

Sin hambre...

Sobre las 11 de la mañana nos fuimos del hotel para dar una vuelta al zoco y comprar los últimos regalos.
Tengo que reconocer que lo menos que me ha gustado de este viaje ha sido regatear y mira que hemos comprado poco, pero para comprar tres babuchas para regalos infantiles estuvimos más de 1h entre un puesto y otro que querían sacarnos los ojos con los precios y mira, mi viaje no era para perder el tiempo regateando, así que al final fuimos a uno y de quererme cobrar por las tres 35€ acabé pagando lo que quería yo desde el principio 10€. Pero para llegar allí el tendero quería quedar encima mio queriendo ganar 50 céntimos aunque fuera, más del tope que me puse, aún así seguramente lo habría sacado por menos, pero ya tenía los regalos y descansé.
Ya sólo quería disfrutar del zoco y sus tiendas.



Volvimos al hotel, cogimos nuestras cosas y después de comer fuimos a coger el bus para el aeropuerto, un taxista nos dijo que nos llevaba por el mismo precio de el bus, 6€ pero dijimos que ya que estaba allí el bus lo cogíamos y el taxista nos bajó el precio a 5€ ( igual que los 30€ del de Madrid) , así que cogimos el taxi sin cinturones y sin cerrar el maletero porque no cerraba bien, le dije que mi maleta delante por si acaso y menos mal, porque al llegar al aeropuerto el maletero estaba abierto. La seguridad del transporte deja mucho que desear...
Y llegamos al aeropuerto con pena de terminar unas vacaciones que yo esperaba maravillosas y que superaron mis ideales.

Marruecos enamora

Pues hasta aquí mi viaje por Marruecos, de este viaje me llevo muchas cosas, la mayoría buenas, la comida, el tour  y principalmente la gente que he conocido a lo largo de estos 7 días de viaje como fueron Said, Youssef ( jefe de Sahatours) y como no esa pareja tan estupenda como son María y Raúl con los que ya hemos quedado desde nuestra vuelta a Madrid un par de veces y las que quedan por compartir!

Pero bueno como digo las cosas buenas también diré las malas, los timos, creo que intentan timarte según te ven la cara de turista y sinceramente me da rabia, otra cosa es la cantidad de gente que se te acerca para pedir, pero lo peor que sean niños, eso me parte el alma y lo último el regateo como ya comenté antes.
Y si me preguntan si alguna volveré, os digo que a Marruecos siempre que pueda, pero a Marrakech no creo que lo haga, me ha agobiado un poco y no ha sido la ciudad tan bonita como yo me la imaginaba, pero para opinar lo mejor es ir!!

Feliz semana y puntitos para tod@s!










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