domingo, 19 de mayo de 2024

El camino, mi camino...Parte l


Hola a tod@s!!

Llevo tres semanas sin publicar, ya que estaba esperando a esto...terminar algo que empezó hace mucho tiempo y que hoy por fin puedo decir que lo logré. Ya tengo mi Compostela.

Hace años, casi 15, hice una promesa que se trunco al tercer día. Una joven Xaxa con su amiga del alma Ana y su prima decidieron ir al camino de Santiago. 

Todo lo que podía salír mal, salió y al tercer día tuvimos que dejar de caminar ya que me lesioné. Pero también me picaron las chinches, me salieron ampollas en todos los dedos...vamos un auténtico  desastre.

2009

Desde entonces he estado posponiendo el camino y aunque junto a ellas no era posible por incompatibilidad de horarios y vidas, son mamás de peques, en Diciembre decidí que ya era hora cumplir la promesa.
Y aquí estoy unos años después escribiendo este post desde el autobús de vuelta a casa.

Al ir sola decidí hacerlo con una agencia, Tu Buen Camino, ellos te reservan los albergues y te llevaban la mochila de uno a otro, sin preocuparme por nada.

No es que fuera sin nada encima, sino que decidí contratar el servicio para no sufrir tanto como la otra vez, una ya tiene una edad y esta vez tenía que llegar sí o sí.

El dia 11 llegué a Sarria, mi punto de partida. Pueblo al que he ido en varias ocasiones ya que mi amiga tiene una casita familiar en una aldea cercana y la verdad es que pasear por sus calles me trajo muchos recuerdos.

Desde allí es la distancia mínima para que sellándote la credencial, al llegar a Santiago te entreguen la Compostela, diploma que se da a los peregrinos al terminar el camino.


En el baño del albergue conocí a Jorge, el vasco y ya empezamos a hablar, primera vez que dormía en albergue y estaba preocupado por los ronquidos, yo le dije que yo a veces también ronco así que ni se preocupara.

Mi idea era salir todos los días sobre las 8, por eso de no salir de noche, pero qué ingenua era yo! Compartiendo habitación es imposible dormir, ni mucho ni bien.


El domingo día 12 empezó mi aventura, a las 6:50 salí y me fui rumbo a la primera parada, Portomarin.

El camino trascurre por bellos bosques, gracias a la lluvia y humedad parecían salidos de un cuento de hadas. Esperabas que en cualquier momento apareciera un duende.

La magia del camino

A los pocos kilómetros le dije a una pareja que si podía hacerme una foto junto a uno de los mojones, puntos que indican el camino y la distancia que queda para llegar a Santiago.

El comienzo

Con ellos fui hablando a ratitos, me comentaron que eran amigos y eran de la Linea de la Concepción, Cadiz. Yo les dije que iba sola y durante el día nos fuimos encontrando y saludando.
La verdad es que el primer dia fui bastante ligera y aunque paré a hacer fotos, desayuné y disfruté del paisaje, llegué al albergue antes que la mochila!!


Estrella de los deseos, Portomarin

En el albergue coincidi de nuevo con Jorge, el Vasco, él también iba con la misma agencia y era fácil vernos.

Según me duche me fui a comer, tenía ganas de sentarme y disfrutar de una rica comida gallega. Me sente en un restaurante pedí menú del día y me tomé un caldo gallego y de segundo lacón. Para haber pagado 16€ la comida era bastante escasita y el precio un poco elevado a mi parecer para llamarlo menú del peregrino. 
La tarde la pasé entre paseos por el pueblo, que es precioso y en la terraza del albergue con el vasco y unos madrileños.

Portomarín

Como me había quedado con hambre, sobre las 20h. me fui a cenar a un italiano que un amigo me había recomendado, al que no le hice caso a la hora de comer...fallo mio. La pizza estaba de muerte pero fue una pena no poderla terminar.

Esa noche dormí mejor, aunque el albergue era bastante normalito. Ya os hablaré de los albergues y otras curiosidades del camino.


El Lunes 13 salí mochila a cuestas rumbo a Palas de Rey junto a varios del albergue, ya que del pueblo a coger de nuevo el camino hay que desviarse un poco.

El camino hasta que paré a desayunar a las 3 horas fue bastante aburrido y menos bonito que el día anterior, pero me desvíe en un par de momentos del camino y vi el Castro de Catromaior, uno de los yacimentos arqueológicos más importantes de la zona Noroeste de la península Ibérica.

Castro, horreos, fuente, mojón

Mientras desayunaba un zumo de naranja y un pincho de tortilla , 8€, vi pasar a los andaluces Eu y Miriam, al ratito los cogí, menos mal que el resto del día fui con ellos, porque me pareció la etapa más fea y aburrida del camino.

A poco más de una hora para llegar al destino empezó a llover con fuerza. El chubasquero me salvó al igual que los pantalones de agua, pero las zapatillas ya empezaban a mojarse, al llegar a Palas fui a mi albergue con ganas de ducha y al llegar...la primera sorpresa del viaje. 

Me dicen que si soy del grupo, y digo ¿Qué grupo? Yo vengo sola. Y el dueño me comenta que no tengo reserva, ¿Perdona? Pero si yo lo contraté con tal agencia...el hombre me pide que me acerque y mirara el ordenador, allí en el correo que la agencia manda para reservar ellos respondieron que era imposible dar alojamiento puesto que lo tenian cubierto por un colegio.

Imaginaros mi cara de ¡¡no puede ser!! . El hombre no hacía más que nombrar a la virgen del Carmen, pero en 5 min me lo solucionó, llamó a otro albergue y me diron cama. El señor, super amable, me dijo que me subiera a su coche que llovía mucho, que me acercaba, estaba a la vuelta de la calle pero le agradezco de corazón que me llevara con la que estaba cayendo. Sin duda aunque no dormí allí la reseña que pondré sólo por la atención va a ser de 10.


Al llegar al nuevo albergue y ducharme me senté en la zona común y empecé a charlar con un chico de Albacete, Miguel Ángel, que también lo estaba haciendo solo. Mientras estábamos hablando miré el correo electrónico y tenía un correo de la agencia...el Hotel de Santiago me lo cambiaban ya que había filtraciones por la lluvia; ¿pero qué tuerto me había mirado? Yo sólo pedía una cosa, que no me pasara nada más y que el hotel tuviera bañera.

Ese día estaba tan agotada que no comí, a las 17:30 que ya llovía menos, bajé al pueblo a que me sellaran la credencial y me tomé una empanada junto a mis ya "amigos" los andaluces, luego me encontré en la iglesia con Jorge y así poco a poco fuimos "creando" un pequeño grupo con el que hablar y sentirnos acompañados durante esta aventura. En Palas me pusieron el sello más bonito de la credencial, ya os contaré dónde por si lo hacéis no dejéis de ir.

A la mañana siguiente a las 7 empecé a caminar, me junté con los andaluces y empezamos la etapa más larga, 29km.
La verdad es que cuando quisimos darnos cuenta ya estábamos en Melide. Pero antes...

El pulpo, parada obligatoria

Todos los dias llevaba el modo avión puesto en el movil, pero de vez en cuando lo miraba y una vez que lo miré tenía tres llamadas perdidas de un número desconocido, llamé y era correos, mi mochila no estaba en el albergue en el que tenían que recogerlo...claro!! 

Me habían ubicado en otro albergue por el fallo de la agencia, pero no se había cambiado la dirección en correos,  les indiqué el que había sido mi alojamiento esa anoche y fueron a por mi mochila. El servicio de Correos de 10!!

La parada en Melide es obligatoria, ¿Porque? Pues para recargar fuerzas a base de pulpo y albariño para llegar a Arzúa sin problema. Aunque hay gente que hace una etapa más, dividiendo los 29km, a mí se me habría quedado muy corta.

Justamente paramos y empezó a llover. El pulpo lo tomamos en la pulpería Ezequiel, creo recordar que en alguna de mis visitas a Galicia también paré allí.


Por curiosidad le pregunté al dueño cuantos kg de pulpo daban al dia. Me dijo que lo que más han vendido han sido 500kg y que el día anterior unos 180kg, ya son raciones si!!


Continuamos el camino atravesado el casco antiguo del pueblo y seguimos hacia Arzúa. Para ser la etapa más "dura" llegamos bastante bien al pueblo. El recorrido fue muy bonito y además nos acompañó el tiempo, poca lluvia y nada de frio.

Los andaluces, Miriam y Eusebio

Llegamos a Arzúa y nos comimos un plato combianado que resucitaba a un muerto, pero lo que me resucitó fue el queso de allí junto al membrillo que tomé de postre, bendita comida gallega!


En Arzúa, tenía el Albergue Ultreia, que por cierto en gallego significa, "sigue adelante" o "vamos allá". O dicho por Dori..."sigue nadando", que es lo que me estaba tocando a mí con todos estos "incovenientes", nadar 

El albergue estaba super limpio y olía fenomenal, algo de suerte tenía que tener digo yo! De nuevo coincidi con los chic@s de Madrid y con Jorge, el vasco. Ese día puse una lavadora, todos los albergues disponían de lavadora y secadora, eso sí menos de 8€ las dos cosas en ningún sitio.

En mi habitación había 8 camas pero de momento sólo estaba yo, así que lógicamente elegí cama baja de litera, es muchísimo más cómodo a la hora de colocar la ropa, ir al baño o vestirte por la mañana. 

Y cuando ya iba a descansar un poco...me llegó un SMS, IBERIA cancelaba mi vuelo del Viernes. ¿En serio? ¿Dónde está la cámara oculta?

Ahora tocaba de nuevo volver a buscar cómo volver a casa. Pero eso y el final del viaje lo dejo para la próxima semana.

Un besito y puntitos para tod@s!!

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